Carnicas Mulas
Nuestro Blog
13/12/2017
Tres caminos para un brindis navideño
Sea cual sea la carne que elijas, en Cárnicas Mulas encontrarás una materia prima excelente para el plato fundamental de las celebraciones navideñas.
Las distintas carnes, tanto da si elegimos la de ternera, la de cerdo ibérico o la de cordero, son el elemento central sobre el que se sustentan los menús navideños, el ingrediente que aporta consistencia al plato central con el que agasajamos o somos agasajados.
En Cárnicas Mulas, sea cual sea su elección, le podemos ofrecer productos de primera calidad procedentes de animales criados en nuestras fincas. Participamos en todo el proceso, desde la crianza hasta la venta, y por ello estamos en condiciones de garantizar la calidad de nuestra ternera de La Valmuza, nuestras ovejas merinas negras y nuestros cerdos ibéricos.
Con estas carnes solo queda elegir la preparación. Les hacemos tres propuestas.
Con el cordero tierno proponemos una receta sencilla y habitual, pero a la que daremos un toque especial que le aportará ese punto de distinción y originalidad que sorprenderá.
Vamos con unas chuletillas de cordero a la hierbabuena.
Como ingredientes necesitamos unas chuletillas de cordero, un limón, unas hojas de hierbabuena, aceite de oliva y sal. La cantidad, obviamente, depende del número de comensales y, claro, del apetito de estos.
En un mortero preparamos la pintura que marcará la diferencia en las ya de por sí sabrosas chuletillas. Para ello machamos unas hojas de hierbabuena hasta obtener su ‘liquidillo’. Añadimos en el mortero el zumo de un limón y cuatro cucharadas soperas de aceite de oliva junto con un pellizco de sal. Agitamos con el mazo para que se mezclen los sabores. Tomamos las chuletillas crudas y con una brocha las pintamos por completo. Dejamos a la carne reposar por espacio de al menos una hora para que embeba la mezcla. Pasado ese tiempo las chuletillas ya están en disposición de pasar por la plancha. Una vez han llegado al punto deseado, se vierte sobre ellas el resto de la salsa que inicialmente habíamos preparado.
Para la ternera de La Valmuza les planteamos una receta que mezcla el sabor de la meseta en la carne y el de la montaña asturiana con su queso de Cabrales.
Vamos con un solomillo de ternera de La Valmuza con salsa de queso azul.
Necesitamos, por comensal, dos medallones de solomillo, 50 gramos de queso y 30 mililitros de nata. Como guarnición podemos elegir entre una ensalada o patatas fritas con pimientos.
Un par de horas antes de la preparación hemos de tener la precaución de sacar la carne del frigorífico para que adquiera la temperatura ambiente. Llegado el momento, llevamos el horno a los 200-210º C. En una cazuelilla colocamos el queso y la nata. Calentamos a fuego lento, sin dejar de mover para que queden cuantos menos grumos mejor, hasta que se licúe el queso y se mezcle con la nata. Cuando la mezcla ebulla apagamos el fuego. Por si ha quedado algún grumo, colamos la salsa.
Al solomillo, por su lado, antes de meterlo en el horno lo sellamos a la plancha. Cuando haya dorado lo introducimos en el horno donde lo mantendremos durante tres minutos por cada lado. Retiramos los medallones del horno, sobre ellos añadimos la salsa y disponemos la guarnición elegida en el mismo plato.
Para el cerdo ibérico les sugerimos un lomo a la naranja.
Vamos a usar una cinta de lomo, una cebolla, dos zanahorias, dos cucharadas soperas de harina, el zumo de tres naranjas medianas, la piel de la naranja, medio vaso de vino blanco, medio vaso de agua, aceite de oliva, sal y pimienta.
Con los ingredientes ya preparados, salpimentamos la cinta de lomo y la colocamos en una cazuela con el aceite de oliva ya caliente. Doramos la cinta y cuando ya esté la sacamos de la cazuela y la dejamos preparada para cuando llegue su momento. En la misma cazuela pochamos (freír a fuego lento una vez picada) la cebolla y las zanahorias. Una vez pochaditas, añadimos las dos cucharadas de harina y removemos durante un par de minutos. En ese punto, vertemos el agua, el vino y el zumo de las naranjas e inmediatamente colocamos la cinta que habíamos dejado en espera. Cocemos a fuego lento durante tres cuartos de hora. En este tiempo tenemos que prestar un poco de atención para ir removiendo de vez en cuando y para voltear la carne. Un cuarto de hora antes de apagar el fuego se añade la piel de las naranjas previamente cortada en tiras.
Una vez concluida la cocción, sacamos la cinta de lomo de la cazuela y la fileteamos. Para que la carne adquiera más sabor, depositamos los filetes de nuevo en la cazuela y les calentamos en la salsa.
En fin, que elija la carne que elija, tiene la satisfacción en la mano.
En Cárnicas Mulas, sea cual sea su elección, le podemos ofrecer productos de primera calidad procedentes de animales criados en nuestras fincas. Participamos en todo el proceso, desde la crianza hasta la venta, y por ello estamos en condiciones de garantizar la calidad de nuestra ternera de La Valmuza, nuestras ovejas merinas negras y nuestros cerdos ibéricos.
Con estas carnes solo queda elegir la preparación. Les hacemos tres propuestas.
Con el cordero tierno proponemos una receta sencilla y habitual, pero a la que daremos un toque especial que le aportará ese punto de distinción y originalidad que sorprenderá.
Vamos con unas chuletillas de cordero a la hierbabuena.
Como ingredientes necesitamos unas chuletillas de cordero, un limón, unas hojas de hierbabuena, aceite de oliva y sal. La cantidad, obviamente, depende del número de comensales y, claro, del apetito de estos.
En un mortero preparamos la pintura que marcará la diferencia en las ya de por sí sabrosas chuletillas. Para ello machamos unas hojas de hierbabuena hasta obtener su ‘liquidillo’. Añadimos en el mortero el zumo de un limón y cuatro cucharadas soperas de aceite de oliva junto con un pellizco de sal. Agitamos con el mazo para que se mezclen los sabores. Tomamos las chuletillas crudas y con una brocha las pintamos por completo. Dejamos a la carne reposar por espacio de al menos una hora para que embeba la mezcla. Pasado ese tiempo las chuletillas ya están en disposición de pasar por la plancha. Una vez han llegado al punto deseado, se vierte sobre ellas el resto de la salsa que inicialmente habíamos preparado.
Para la ternera de La Valmuza les planteamos una receta que mezcla el sabor de la meseta en la carne y el de la montaña asturiana con su queso de Cabrales.
Vamos con un solomillo de ternera de La Valmuza con salsa de queso azul.
Necesitamos, por comensal, dos medallones de solomillo, 50 gramos de queso y 30 mililitros de nata. Como guarnición podemos elegir entre una ensalada o patatas fritas con pimientos.
Un par de horas antes de la preparación hemos de tener la precaución de sacar la carne del frigorífico para que adquiera la temperatura ambiente. Llegado el momento, llevamos el horno a los 200-210º C. En una cazuelilla colocamos el queso y la nata. Calentamos a fuego lento, sin dejar de mover para que queden cuantos menos grumos mejor, hasta que se licúe el queso y se mezcle con la nata. Cuando la mezcla ebulla apagamos el fuego. Por si ha quedado algún grumo, colamos la salsa.
Al solomillo, por su lado, antes de meterlo en el horno lo sellamos a la plancha. Cuando haya dorado lo introducimos en el horno donde lo mantendremos durante tres minutos por cada lado. Retiramos los medallones del horno, sobre ellos añadimos la salsa y disponemos la guarnición elegida en el mismo plato.
Para el cerdo ibérico les sugerimos un lomo a la naranja.
Vamos a usar una cinta de lomo, una cebolla, dos zanahorias, dos cucharadas soperas de harina, el zumo de tres naranjas medianas, la piel de la naranja, medio vaso de vino blanco, medio vaso de agua, aceite de oliva, sal y pimienta.
Con los ingredientes ya preparados, salpimentamos la cinta de lomo y la colocamos en una cazuela con el aceite de oliva ya caliente. Doramos la cinta y cuando ya esté la sacamos de la cazuela y la dejamos preparada para cuando llegue su momento. En la misma cazuela pochamos (freír a fuego lento una vez picada) la cebolla y las zanahorias. Una vez pochaditas, añadimos las dos cucharadas de harina y removemos durante un par de minutos. En ese punto, vertemos el agua, el vino y el zumo de las naranjas e inmediatamente colocamos la cinta que habíamos dejado en espera. Cocemos a fuego lento durante tres cuartos de hora. En este tiempo tenemos que prestar un poco de atención para ir removiendo de vez en cuando y para voltear la carne. Un cuarto de hora antes de apagar el fuego se añade la piel de las naranjas previamente cortada en tiras.
Una vez concluida la cocción, sacamos la cinta de lomo de la cazuela y la fileteamos. Para que la carne adquiera más sabor, depositamos los filetes de nuevo en la cazuela y les calentamos en la salsa.
En fin, que elija la carne que elija, tiene la satisfacción en la mano.
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