Carnicas Mulas
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30/01/2018
Las mollejas: un plato humilde con resultados exquisitos
Descubre de nuevo las mollejas, olvidadas durante años para volver a ser protagonistas de fabulosos platos, varios años después.
Todos sabemos que cocinar con ingredientes de máxima calidad, tipo langosta o un buen rape, asegura el éxito en la cocina; lo difícil es confeccionar verdaderas maravillas con la casquería de siempre, algo olvidada, y que ahora muchos chefs con renombre se atreven a usar para deleitar a sus comensales. Dentro de la casquería existen distintas piezas como pueden ser los riñones o los callos, que son los que más fama tienen, aunque también podéis encontrar el elemento del que venimos a hablar hoy: las mollejas.
En Cárnicas Mulas no solo os ofrecemos la posibilidad de encontrar mollejas de primera calidad, queremos del mismo modo que conozcáis un poco más sobre este producto, para que no dudéis en utilizarlo en la confección de los menús de vuestra casa.
MOLLEJAS DE CORDERO.
Para entrar en materia es primordial saber que la molleja de cordero es una glándula que se llama timo y que está posicionada en el pecho. Esta glándula está presente en el animal hasta que éste se hace adulto, momento en el que desaparece. Para reconocer una molleja hay que saber que se trata de un trozo de carne alargada, que es la garganta (y se desecha), y de otro trozo de forma redondeada, que es la nuez.
Antes de poder prepararse deben ponerse en remojo y refrescarlas para luego cocinarlas como se desee, puede ser: fritas, escalfadas, asadas, en salsa … en definitiva, de cualquier manera, que uno quiera imaginar. Las mollejas de cordero pueden ser utilizadas en guarniciones para volovanes.
Como puedes ver, la molleja de cordero es un producto muy versátil y sabroso que da muy buen resultado en la cocina.
MOLLEJAS DE TERNERA.
De entre todas las clases de mollejas, las de ternera son consideradas las más sabrosas.
Como ya has visto anteriormente, las mollejas son esa glándula situada delante de la tráquea que se llama timo. Se conforma de una parte alargada (que hay que desechar) y de otra parte redonda que es la que se va a usar en la cocina. Es muy importante que, una vez se hayan comprado las mollejas, no se mantengan en crudo más de un día. Hay que ponerlas en remojo durante 12 horas para que suelten toda la sangre que tienen en el interior. Cuando haya pasado el tiempo necesario se deben blanquear las mollejas poniéndolas en agua a la que se ha añadido sal, perejil y pimienta. A continuación, se ponen a cocer unos 3 minutos y se enfrían, para poder así quitar la piel que las envuelve.
Al igual que las mollejas de cordero, las de ternera se pueden preparar de muchas formas distintas: en salsa, guisadas, en brocheta… ¡al gusto del comensal!
Es interesante saber que las mollejas poseen muy baja cantidad de grasa, aunque son ricas en purinas y colesterol, por lo que están contraindicadas en personas que sufren enfermedades cardiovasculares, gota o hiperuricemia.
Desde Cárnicas Mulas te animamos a probar a cocinar las fabulosas mollejas de cordero o de ternera, sin ninguna duda su resultado te sorprenderá.
En Cárnicas Mulas no solo os ofrecemos la posibilidad de encontrar mollejas de primera calidad, queremos del mismo modo que conozcáis un poco más sobre este producto, para que no dudéis en utilizarlo en la confección de los menús de vuestra casa.
MOLLEJAS DE CORDERO.
Para entrar en materia es primordial saber que la molleja de cordero es una glándula que se llama timo y que está posicionada en el pecho. Esta glándula está presente en el animal hasta que éste se hace adulto, momento en el que desaparece. Para reconocer una molleja hay que saber que se trata de un trozo de carne alargada, que es la garganta (y se desecha), y de otro trozo de forma redondeada, que es la nuez.
Antes de poder prepararse deben ponerse en remojo y refrescarlas para luego cocinarlas como se desee, puede ser: fritas, escalfadas, asadas, en salsa … en definitiva, de cualquier manera, que uno quiera imaginar. Las mollejas de cordero pueden ser utilizadas en guarniciones para volovanes.
Como puedes ver, la molleja de cordero es un producto muy versátil y sabroso que da muy buen resultado en la cocina.
MOLLEJAS DE TERNERA.
De entre todas las clases de mollejas, las de ternera son consideradas las más sabrosas.
Como ya has visto anteriormente, las mollejas son esa glándula situada delante de la tráquea que se llama timo. Se conforma de una parte alargada (que hay que desechar) y de otra parte redonda que es la que se va a usar en la cocina. Es muy importante que, una vez se hayan comprado las mollejas, no se mantengan en crudo más de un día. Hay que ponerlas en remojo durante 12 horas para que suelten toda la sangre que tienen en el interior. Cuando haya pasado el tiempo necesario se deben blanquear las mollejas poniéndolas en agua a la que se ha añadido sal, perejil y pimienta. A continuación, se ponen a cocer unos 3 minutos y se enfrían, para poder así quitar la piel que las envuelve.
Al igual que las mollejas de cordero, las de ternera se pueden preparar de muchas formas distintas: en salsa, guisadas, en brocheta… ¡al gusto del comensal!
Es interesante saber que las mollejas poseen muy baja cantidad de grasa, aunque son ricas en purinas y colesterol, por lo que están contraindicadas en personas que sufren enfermedades cardiovasculares, gota o hiperuricemia.
Desde Cárnicas Mulas te animamos a probar a cocinar las fabulosas mollejas de cordero o de ternera, sin ninguna duda su resultado te sorprenderá.
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