Carnicas Mulas
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02/12/2019
Aperitivo castizo, que ha vuelto por todo lo alto: los Torreznos
Un delicioso aperitivo que jamás debería pasar del moda: El Torrezno
Si hay un aperitivo que nunca debería pasar de moda, ese es el torrezno. Un torrezno bien elaborado es un aperitivo tan sencillo y tan rico, que lo convierte en todo un verdadero majar. El torrezno, esos trozos de carnes magras con una parte de tocino y otra de corteza, donde el crujiente de la textura y el sabor de su carne, es una revolución gustativa.
Un buen torrezno tiene que tener esa parte grasa que a la vez no empalaga, esa parte crujiente, pero no dura y ese toque de carne seca, pero jugosa a la vez. ¿Difícil de conseguir? No es tan difícil cuando se cuenta con una buena materia prima como las carnes de Cárnicas Mulas y sabemos dar los pasos correctos para cocinar unos ricos torreznos.
Cuando comes uno, ya es un no parar. Hay que seguir uno tras otro, no se puede remediar. Presente en muchas tabernas, en muchas barras de bares con solera, en muchos rincones de España. En casa también los podemos elaborar. No es tan complicado, aunque sí un poco entretenido, pero el resultado final siempre merece la pena.
Para hacer un buen torrezno no sirve cualquier parte del cerdo, se debe hacer con panceta fresca, previamente adobada con pimentón y sal, oreando la panceta de Cárnicas Mulas 24 horas y luego ya, comenzamos a cocinar. Primero trabamos la corteza y luego freímos la panceta en aceite caliente. ¡Pero vamos por partes!
Para preparar torreznos lo primero que tenemos que tener es una panceta fresca de cerdo de buena calidad. La panceta fresca de Cárnicas Mulas es ideal para ello. Primero adobamos la pieza entera de la panceta con sal y pimentón al gusto. Después colgamos la panceta y dejamos orear en un sitio seco y fresco 24 horas. Pasado ese tiempo, cortamos la panceta en lonchas de un dedo de grosor más o menos. Una vez que tenemos cortada la panceta, podemos preparar de dos maneras:
Un buen torrezno tiene que tener esa parte grasa que a la vez no empalaga, esa parte crujiente, pero no dura y ese toque de carne seca, pero jugosa a la vez. ¿Difícil de conseguir? No es tan difícil cuando se cuenta con una buena materia prima como las carnes de Cárnicas Mulas y sabemos dar los pasos correctos para cocinar unos ricos torreznos.
Cuando comes uno, ya es un no parar. Hay que seguir uno tras otro, no se puede remediar. Presente en muchas tabernas, en muchas barras de bares con solera, en muchos rincones de España. En casa también los podemos elaborar. No es tan complicado, aunque sí un poco entretenido, pero el resultado final siempre merece la pena.
Para hacer un buen torrezno no sirve cualquier parte del cerdo, se debe hacer con panceta fresca, previamente adobada con pimentón y sal, oreando la panceta de Cárnicas Mulas 24 horas y luego ya, comenzamos a cocinar. Primero trabamos la corteza y luego freímos la panceta en aceite caliente. ¡Pero vamos por partes!
Para preparar torreznos lo primero que tenemos que tener es una panceta fresca de cerdo de buena calidad. La panceta fresca de Cárnicas Mulas es ideal para ello. Primero adobamos la pieza entera de la panceta con sal y pimentón al gusto. Después colgamos la panceta y dejamos orear en un sitio seco y fresco 24 horas. Pasado ese tiempo, cortamos la panceta en lonchas de un dedo de grosor más o menos. Una vez que tenemos cortada la panceta, podemos preparar de dos maneras:
- Al horno: Colocamos las lonchas de pancetas en la bandeja del horno, todas con la corteza hacia arriba. Llevamos al horno, máxima potencia y dejamos 10 minutos más o menos. Sacamos del horno cuando veamos que a las cortezas le han salido muchas burbujas. Una vez que saquemos del horno, freímos en abundante aceite. Dependiendo de como nos guste, dejaremos freír más o menos.
- En sartén: Ponemos en una sartén grande un fondo de aceite de 2 mm y colocamos la panceta con la corteza hacia abajo. Dejamos a fuego lento 20 minutos y comenzará a salir las burbujas. Controlamos que no se nos tumben. Una vez pasado los 20 minutos, tumbamos y vamos friendo bien por cada uno de sus lados, unos 10 minutos por cada lado.
Los hagamos de una manera u de otra, quedan unos torreznos tremendamente ricos que podemos degustar recién hechos, templados o fríos. ¡Como más nos gusten!
Un verdadero manjar, muy nuestro, que va pasando generaciones y sigue estando presente en nuestras comidas.
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