Carnicas Mulas
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08/11/2016
Alcachofas con jamón ibérico y cebollas
Una receta para chuparse los dedos, elaborada con dos nutritivos ingredientes: alcauciles y jamón ibérico de Cárnicas Mulas
Las alcachofas, o alcauciles, con jamón es un plato clásico de la gastronomía española, especialmente demandado durante la temporada del año en la que se recolectan las hortalizas (meses de otoño). Esta receta resulta idónea en dietas de adelgazamiento, debido al poder diurético y bajo contenido calórico de las alcachofas. El jamón, por su parte, aporta proteínas, vitamina B1, vitamina B12 y sodio. Además, contribuye al desarrollo muscular y es especialmente recomendable su ingesta en la infancia, adolescencia y durante el embarazo.
Antes de detallar el proceso de elaboración de la receta, repasamos algunas curiosidades en torno al origen e historia de sus dos ingredientes fundamentales.
Las alcachofas y el jamón en la historia
La alcachofa es una planta del género “Cynara”, que procedente de Egipto se extendió por todo el Mediterráneo. Existen documentos históricos que demuestran la existencia de la hortaliza en las civilizaciones griega y romana, atribuyéndole además propiedades afrodisíacas. Cuenta una leyenda que el nombre (Cynara) proviene de una bella joven, a la que sedujo el dios Zeus y terminó convirtiendo en alcachofa.
Las alcachofas fueron muy consumidas en la Italia del siglo XV. Catalina de Médici (noble italiana y esposa de Enrique II de Francia) fue una apasionada de esta verdura, siendo su introductora en la Francia del siglo XVI.
Las alcachofas llegaron a España de la mano de los árabes y colonos españoles y franceses fueron los encargados de extender su cultivo y consumo por toda América.
El jamón también es una delicia milenaria. En unos yacimientos arqueológicos de la antigua ciudad romana de Tarraco se halló un jamón fosilizado. Además, existen datos y menciones sobre este manjar ibérico en textos del siglo II antes de Cristo, escritos por insignes intelectuales de la época, como Plinio el Viejo, Catón, Columela etc. En la Edad Media, el matador de cerdos era una figura relevante y respetada socialmente.
La práctica de colgar el jamón durante el proceso de curación y maduración se inició en los siglos XV y XVI. El objetivo de este hábito es favorecer, gracias al poder de la gravedad, la ventilación y eliminación de la grasa sobrante. Sin embargo, los primeros productores cristianos de la época colgaban sus jamones, para distinguirse de los judíos que permanecieron en España tras la expulsión del siglo XV. Los conversos también pendían sus “patas”, para demostrar a la Inquisición que se habían convertido al cristianismo.
Ingredientes
Para elaborar unas deliciosas alcachofas con jamón ibérico y cebolla para cuatro personas precisamos:
Antes de detallar el proceso de elaboración de la receta, repasamos algunas curiosidades en torno al origen e historia de sus dos ingredientes fundamentales.
Las alcachofas y el jamón en la historia
La alcachofa es una planta del género “Cynara”, que procedente de Egipto se extendió por todo el Mediterráneo. Existen documentos históricos que demuestran la existencia de la hortaliza en las civilizaciones griega y romana, atribuyéndole además propiedades afrodisíacas. Cuenta una leyenda que el nombre (Cynara) proviene de una bella joven, a la que sedujo el dios Zeus y terminó convirtiendo en alcachofa.
Las alcachofas fueron muy consumidas en la Italia del siglo XV. Catalina de Médici (noble italiana y esposa de Enrique II de Francia) fue una apasionada de esta verdura, siendo su introductora en la Francia del siglo XVI.
Las alcachofas llegaron a España de la mano de los árabes y colonos españoles y franceses fueron los encargados de extender su cultivo y consumo por toda América.
El jamón también es una delicia milenaria. En unos yacimientos arqueológicos de la antigua ciudad romana de Tarraco se halló un jamón fosilizado. Además, existen datos y menciones sobre este manjar ibérico en textos del siglo II antes de Cristo, escritos por insignes intelectuales de la época, como Plinio el Viejo, Catón, Columela etc. En la Edad Media, el matador de cerdos era una figura relevante y respetada socialmente.
La práctica de colgar el jamón durante el proceso de curación y maduración se inició en los siglos XV y XVI. El objetivo de este hábito es favorecer, gracias al poder de la gravedad, la ventilación y eliminación de la grasa sobrante. Sin embargo, los primeros productores cristianos de la época colgaban sus jamones, para distinguirse de los judíos que permanecieron en España tras la expulsión del siglo XV. Los conversos también pendían sus “patas”, para demostrar a la Inquisición que se habían convertido al cristianismo.
Ingredientes
Para elaborar unas deliciosas alcachofas con jamón ibérico y cebolla para cuatro personas precisamos:
- 12 alcachofas frescas.
- 100 gramos de lonchas Jamón ibérico Recebo Cárnicas Mulas.
- 1 cebolla.
- 2 dientes de ajo.
- Zumo de limón.
- Aceite, pimienta negra y sal.
Elaboración
En primer término, limpiamos bien las alcachofas. Quitamos las hojas externas más duras, hasta llegar a las suaves y amarillentas. Pelamos el rabo con un pelapatatas y nos quedamos con el extremo inferior de la alcachofa.
A medida que las vamos preparando, colocamos las alcachofas en un recipiente con agua y zumo de limón. El objetivo es evitar que se oxiden.
En una olla con agua hirviendo, echamos los alcauciles dividiéndolos previamente por la mitad. Después, dejamos cocinar durante unos quince minutos.
Aparte, pelamos y cortamos la cebolla y los ajos. Los salteamos en una sartén con aceite y sal. Empleamos fuego medio hasta que doren.
Volvemos con las alcachofas para escurrirlas y saltearlas en un poco de aceite. A continuación, las salpimentamos y agregamos la cebolla y el ajo. Por último, revolvemos el resultado final durante un par de minutos. Para presentarlas, las emplatamos y le añadimos nuestras lonchas de exquisito jamón ibérico de recebo de Cárnicas Mulas.
¡Listas!, las sabrosas alcachofas con el mejor jamón de recebo de Salamanca están preparadas para hacer las delicias de nuestros paladares. Todo un clásico de la cocina española con saludables y milenarios ingredientes de la tierra, que en pleno siglo XXI siguen más de moda que nunca.
📷 agricolasanblas
En primer término, limpiamos bien las alcachofas. Quitamos las hojas externas más duras, hasta llegar a las suaves y amarillentas. Pelamos el rabo con un pelapatatas y nos quedamos con el extremo inferior de la alcachofa.
A medida que las vamos preparando, colocamos las alcachofas en un recipiente con agua y zumo de limón. El objetivo es evitar que se oxiden.
En una olla con agua hirviendo, echamos los alcauciles dividiéndolos previamente por la mitad. Después, dejamos cocinar durante unos quince minutos.
Aparte, pelamos y cortamos la cebolla y los ajos. Los salteamos en una sartén con aceite y sal. Empleamos fuego medio hasta que doren.
Volvemos con las alcachofas para escurrirlas y saltearlas en un poco de aceite. A continuación, las salpimentamos y agregamos la cebolla y el ajo. Por último, revolvemos el resultado final durante un par de minutos. Para presentarlas, las emplatamos y le añadimos nuestras lonchas de exquisito jamón ibérico de recebo de Cárnicas Mulas.
¡Listas!, las sabrosas alcachofas con el mejor jamón de recebo de Salamanca están preparadas para hacer las delicias de nuestros paladares. Todo un clásico de la cocina española con saludables y milenarios ingredientes de la tierra, que en pleno siglo XXI siguen más de moda que nunca.
📷 agricolasanblas
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